1. LA INVASIÓN DE LOS PUEBLOS GERMANOS.
Hacia el año 400, el imperio romano estaba debilitado y llevaba varios años sufriendo el ataque de los pueblos germanos, procedentes del norte de Europa a los que los romanos llamaban Bárbaros. En el año 409, algunos de estos pueblos invadieron Hispania. Primero llegaron los vándalos, los alanos y los suevos.
Los romanos pidieron ayuda a los visigodos y se aliaron con ellos para luchar contra los invasores. De ese modo los visigodos se asentaron en la península Ibérica, expulsaron a los vándalos y los alanos y fundaron un reino. Los suevos resistieron durante más tiempo en el noroeste de la Península.